
Como hipnotizados por esa costumbre han decidido vivir
la rutina de seguir durmiendo en la misma cama pero la verdad es que
tienen miedo y sin darse cuenta
están compitiendo para ver quien dice la última palabra , no quieren ser sinceros y aceptar que
ya no queda nada. Que ya no existe la ilusión de despertar juntos cada mañana. Y que los días se les van y siguen sin mirarse a la cara para poder disimular, como si no pasara nada, pero no es verdad.
Se apagó la llama, el fuego que quemaba. Ya se acabó la magia que los envolvía. Su amor se terminó así como si nada y
tanto que se amaban.Ya no hay ni cenizas. Ya ni conversan, ni se abrazan, no hay ni un buenos días, si lo hay,
es por cortesía. No sueñan llegar a viejos juntos. No piensan en donde esta el futuro. No quieren vivir de esta mentira y merecen un amor de verdad. Dejen a un lado la agonía, y el incomodo silencio cada día si esto
no es culpa de él, ni tampoco de ella. ¿De que serviría intentarlo?
¡No funcionaria! Si aunque estén juntos no se hacen compañía. Que triste, se les apagó la llama.
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