Nunca sabrás si tu pareja te es fiel o no. Nunca sabrás si te quiere de verdad o no. Nunca sabrás si te dice la verdad aún mirándote a los ojos. Sólo te queda confiar y si te engaña el propio destino te mostrará que no es la pareja de tu vida, tendrás que mirar hacia adelante y ten por seguro que quien más mal lo pasará será la otra persona porque se dará cuenta del error cometido y de lo que ha perdido para siempre. Confía, quien no arriesga no gana.
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